jueves, 28 de julio de 2011

CIAT 2008: El Cristianismo y las religiones de la tierra

Curso impartido por Prof. Juan Alonso (Universidad de Navarra)

Lago de Guadalupe, Cuautitlán, Edo. Mex., México
30 de junio al 3 de julio de 20088

Estos apuntes son responsabilidad exclusiva de Luis-Fernando Valdés y no reflejan necesariamente la postura del Prof. Alonso.

El tema de las religiones es provocador. Por ejemplo, Michel Onfray, autor que trata sobre la crítica a la religión, les atribuye a todas las religiones las guerras y no la paz. Sin embargo, cada vez se habla más de religión. Hay una presencia de la religión en los debates culturales contemporáneos. Son actuales los temas del diálogo interreligioso, etc.
Desde una perspectiva teológica, los documentos del Magisterio sobre las religiones han aumentado: sobre la relación del cristianismo y las otras religiones. En diciembre la CDF publicó una Nota sobre la Evangelización, pues la Evangelización es el tema que está en el fondo de las cuestiones sobre las otras religiones.

Tema 1. Status Quaestionis

El punto de partida es la Declaración Nostra Aetate, y el desarrollo posterior.
Hay dos posiciones extremas al hablar de religiones: la intolerancia y el relativismo. Es una tenue línea divisoria que hay que saber manejar. Se trata de aprender una nueva manera de ver a los otros.
1. El relativismo se han convertido en un problema para el Cristianismo. El Card. Joseph  Ratzinger, Situación actual de la fe y de la teología: “El relativismo se ha convertido así en el problema central de la fe en la hora actual”.
2. La afirmación de la libertad religiosa. Es un logro, reconocido por la Declaración de los Derechos Humanos (1948), que implica la poder expresar la fe de modo privado o público. Esto implica que los católicos, al aceptar esta libertad religiosa, deben estar dispuestos al diálogo con los creyentes de las otras confesiones. De nuevo el reto de no ser intolerantes ni caer en el relativismo.
 3. El encuentro de Asís, para rezar por la paz. Juan Pablo II aclaró que no vamos a rezar juntos, sino a estar juntos para rezar. No rezamos lo mismo que los budista, pero sí podemos rezar junto a ellos.
4. La declaración Nostra Aetate da un giro de entender las religiones. Relacionado con GS 22: Cristo, Modelo del ser humano, de todo ser humano, no sólo de los católicos. Aunque sea un documento breve y de menor rango, ha cobrado mucha importancia, pues en él tienen cabida todas las religiones no cristianas.
·      Unidad del género humano (nn. 1 y 5). Todos los pueblos de la Tierra forman una comunidad.
·      Una definición fenomenológica de la religión: « Los hombres esperan de las diversas religiones la respuesta a los enigmas recónditos de la condición humana, que hoy como ayer, conmueven íntimamente su corazón: Qué es el hombre, cuál es el sentido y el fin de nuestra vida, el bien y el pecado, el origen y el fin del dolor, el camino para conseguir la verdadera felicidad, la muerte, el juicio, la sanción después de la muerte? ¿Cuál es, finalmente, aquel último e inefable misterio que envuelve nuestra existencia, del cual procedemos y hacia donde nos dirigimos? » (n. 1b).
·      El punto central es el n. 2b, pues habla de diálogo y anuncio.  
 a) Necesidad de diálogo y respeto, de apertura: « La Iglesia católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero ». Rechazar esto sería rechazar a Dios mismo, origen de toda verdad. Las “semina Verbi” « Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres » (ibidem).     
b) A la vez, anuncio del Evangelio: « (La Iglesia) Anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn., 14,6), en quien los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió consigo todas las cosas ».
·      Nunca dice que las otras religiones tengan una revelación en sentido estricto, sino que tienen elementos racionales, positivos.
·      Hay una nueva manera de entender la relación con el judaísmo. El cristianismo reconoce su procedencia religiosa de Israel, toma conciencia de las raíces judías del cristianismo.
5. La inculturación. A partir del Sínodo de 1975. Es la relación directa de la fe con las culturas, que lleva a aceptar algunos elementos culturales y a purificar otros.
6. La respuesta de las religiones a la acusación de que la religión crea conflictos.
7. El sincretismo religioso, que va de la mano del relativismo. Por ejemplo, en el tema de la meditación y la oración: en qué medida puede el cristianismo aceptar elementos budistas sin perder sus propia identidad (cfr. Cong. Doctrina de la Fe, Orationis formas).

Tema 2. Recorrido histórico

El Cristianismo siempre ha tenido conciencia de no estar sólo, sino rodeado de otras religiones. Ha evolucionado el modo de ver a los “otros”: los otros cristianos ya no son los cismáticos ni los heréjes sino los “hermanos separados”; y los no cristianos ya no son los “paganos”, ni “idólotras”; incluso a los católicos alejados ya no son los impenitentes, sino es estado de conversión.
1. El pasaje del Areópago (Hechos 17, 19ss). Pablo parte de lo que conocen los atenienses, toma elementos de lo que ellos creen. Las religiones para Pablo son positivas, pues son preparación para el Evangelio. La religiosidad es muy positiva para después anunciar el Evangelio. Y ésta es un tema controvertido hoy: ¿qué es mejor para la Evangelización: que ese pueblo o personas tenga una religiosidad o que no tengan ninguna? ¿es mejor que esté en cero o que tengan ya alguna religiosidad?
2. Cómo valoran los Padres la existencia de tradiciones religiosas. Los antiguos no hablaban de religión con el sentido –personal, comunitario, abarcante– que lo hacemos hoy, sino que hablaban de piedad, de usebeia, religio.
a. Respecto a los judíos. Los primeros cristianos tenían sentido de pertenencia a la religión judía, pues iban a rezar al templo; se sabían un grupo distinto, pero no en pugna con el judaísmo. Será hasta después de la destrucción de Templo cuando cambiará esa relación, e incluso se verán como rivales.
El diálogo con los judíos es mediante la Escritura. En el siglo II, Justino escribe su Diálogo con el judío Trifón. Justino intenta demostrar que en Jesús se cumplen las Escrituras. Y marca las diferencias: el nuestro es un monoteísmo trinitario; el Mesías no es un Mesías triunfante, sino que sufre la humillación de la Cruz. La Cruz rompe los esquemas de los judíos y los paganos (que se escandalizan que Dios no muestre su poder). Lo mismo respecto a la Ley: ya no tiene valor la circuncisión. La Iglesia es el nuevo Pueblo de Dios, que ahora es universal y ya no se circunscribe a un pueblo.
Cuando el Imperio romano se hace oficialmente cristiano, la relación con los judíos y los paganos cambia. El diálogo se hace más áspero con los judíos. San Agustín los considera un «Pueblo testigo», que conservó las Escrituras y la llevó a la diáspora; mediante ellos el AT fue conocido en el Imperio, y eso sirvió de preparación para el NT.
¿Son los Padres anti-semitas? Ciertamente, los Padres tienen expresiones fuertes, que conviene no leerlas con ojos del siglo XXI (donde la tolerancia tiene un especial relieve), sino que tomarlas según su género literario y según la retórica antigua. Las críticas de los Padres no van hacia el Pueblo judío, sino a la religión judía: o sea, son críticas doctrinales pero no hacia una raza. Hoy por hoy nadie puede acusar a la religión católica de anti-semita.
b. Respecto a los paganos. Por un lado, hay una crítica al paganismo, por la inmoralidad de sus ritos, la idolatría, el culto a los astros, a la magia; y el centro de la crítica está fundado desde la razón: porque los pagano toman como dioses a los astros y no al Creador de los astros. La fe cristiana siempre tiene que ser crítica frente a las otras tradiciones religiosas, para no caer en el sincretismo ni en el irenismo.
Por otro, hay una apertura a los valores culturales. En el siglo IV, comienza una nueva manera de entender al paganismo. San Justino cita a Sócrates, y lo pone en paralelo con la Pasión, de modo que, en cierto modo, considera que los que –ante de Cristo– han vivido coherentemente serían cristianos. Irineo de Lyon habla de cuatro alianzas, para afirmar que Dios ya actuaba en el mundo desde ante de la venida de Cristo. Clemente de Alejandría dice que como la Ley veterotestamentaria preparaba el NT, también la filosofía es una preparación para la venida de Cristo. Tertuliano, en cambio, es más severo.
En resumen, la actitud de los Padres hacia las religiones es positiva, porque quieren hacer ver que el cristianismo no es una novedad radical (como un meteorito), sino que tiene cierta continuidad con los elementos verdaderos de las religiones. El diálogo se funda en la búsqueda de la verdad, y así se puede ver lo que tienen de bueno las tradiciones religiosas, y porque sirven de preparación al Evangelio.
3. San Agustín no tiene una postura uniforme. Al principio su posición es más abierta. Cuando se pregunta que ha ocurrido con los hombres que han vivido antes de Cristo, y dice que Dios siempre tiene la voluntad de salvar a los que han vivido según la justicia. Dice que la salvación no faltó a los que, antes de Cristo, haya obrado el bien.
Luego, en la polémica con los pelagianos, endurece su postura. Le quita valor a las virtudes atribuidas a los paganos, los cuales no se salvan por sus méritos, sino por la gracia de Cristo. En sus Retractationes, vuelve a su postura de apertura.
Dos posturas para entender la salvación de los paganos. Hay dos verdades dogmáticas: a) la voluntad salvífica universal; b) la unicidad de la salvación en Cristo.
El Magisterio actual toma del pensamiento patrístico los elementos positivos, como sémina Verbi.
4. Santo Tomás de Aquino. Después de la Redención para salvarse, hay que profesar la fe. Pero admite que Dios tiene otros caminos para los que no pudieron conocer la fe. En Contra gentes, dice que no podemos dialogar con los paganos o los mahometanos mediante la Escritura (que no es común), y entonces el diálogo tiene que ser por la razón natural (que es común a todos). En la Summa Theologíae, Santo Tomás argumenta desde la doctrina, y habla de la religión como una virtud.
5. Nicolás de Cusa. Éste autor se adelanta a su época y, en cierto modo, es semilla de la modernidad. En 1453, escribe De pace fidei, en la que trata de los conflictos religiosos con los musulmanes, y propone un diálogo interreligioso. Propone la reducción de todas las religiones a una sola, que sería una religión natural. Pero esto es muy criticable, porque las religiones tiene elementos no reconciliables.
6. Los descubrimientos de nuevos mundos afectan a la Evangelización y a la inculturación. Esto influye en el desarrollo de la Teología de las religiones. Descubrir otras tradiciones religiosas llevó a reflexionar sobre el cristianismo. En esta época surge el tratado De vera religione, que trata de responder a la multiplicidad de religiones; y ante la multiplicidad de confesiones cristianas, surgió el De vera Ecclesia.
Hubo una cuestión de experiencia del P. Bartolomé de las Casas. La cuestión de la libertad religiosa aparece en la Evangelización: cuando se respeta la libertad de las conciencias, es cuando arraiga la fe en los indígenas. Primero hay que hacer que los corazones dejen de los ídolos, luego entrará el cristianismo.
En la China, los jesuitas italianos Ricci y Ruggeri al llegar se ponen trajes de los budistas. No buscaban la destrucción de las culturas locales, sino la adaptación. Pero Ricci vio que ese vestido en realidad no le ayudaba mucho, pues el budismo no estaba tan cercano a la vivencia de la gente, y se pone ropas del confusismo, que estaba más cercano a la gente. Vio que no era prudente combatir de frente los errores, sino más bien, ir dando a conocer las verdades de la fe. Ricci adaptó ritos civiles, que a su muerte dieron lugar a discusiones con teólogos europeos. Otro tema fue la palabra para designar a Dios, que podría llevar a equívocos.
Más tarde la Congregación De Propaganda Fidei recomienda a los misioneros que no intenten quitar las culturas locales, que no intenten hacer de esas naciones otra Francia u otra España, sino que se dediquen a transmitir la fe.

Tema 3. Grandes orientaciones de la Teología de las religiones

Sobre el valor de las demás religiones. Hay una tendencia a nivelar todas las religiones como si fueran lo mismo, lo cual conlleva un problema al impulso misional.
Reflexión teológica contemporánea y debates sobre la relación del cristianismo con las religiones. CTI, 1996: Cristianismo y religiones.
Hay tres posturas: exclusivismo, relativismo, pluralismo.

Exclusivismo

Schleiermacher desea sacar la religión del idealismo alemán, que disolvió el cristianismo en filosofía. Lo esencial en la religión es el sentimiento de dependencia de una realidad superior, de lo infinito respecto a lo infinito, y el cristianismo es el que mejor expresa esta experiencia religiosa. El cristianismo pierde su especificidad, y queda al mismo nivel que todas las religiones: dar una experiencia religiosa. (Deja de lado la verdad).
Karl Barth (1886-1968) reacciona contra lo anterior. Separa religión de revelación. Sólo se puede llegar a Dios mediante Jesucristo. Dejando de lado la «experiencia religiosa»; el sentimiento no lleva a Dios, sino sólo lleva a Dios la revelación. Rechaza la religión como un intento humano de autojustificar, de autosantificarse (de fondo va el luteranismo: todo es gracia, y el esfuerzo del hombre es vano). La religión es perjudicial, y por eso las religiones no sirven como preámbulo para el cristianismo.
Lo positivo de Barth es que ha ayudado a revalorar la revelación y lo específico del cristianismo. Barth critica los excesos del apologética racionalista, que deseaba convencer de la verdad del cristianismo sólo con argumentaciones racionales. Lo negativo es que no reconoce el valor de las religiones como preparación del Evangelio. Le quita valor a la experiencia religiosas universal, y por eso su postura es difícil de hacer compatible con Hechos 17, 26-27: «El creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar, con el fin de que buscasen la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros».

Inclusivismo

Jean Daniélou, Henri de Lubac, Yves Congar, Karl Rahner. Desde los Padres de la Iglesia van buscando entender el papel de las religiones. Este planteamiento afirma que hay un solo Camino: Cristo y la Iglesia; pero esto no quita el valor de las otras religiones, que deben ser purificadas, para ser semina Verbi. Esta postura fue asumida por el Magisterio.
Daniélou lo enfoca desde la historia de las religiones. Dios hizo una Alianza cósmica con Noé, de modo que Dios quiere que todos los hombres se salven. Las religiones son jalones de espera, pero al mismo tiempo son piedras de tropiezo.
Rahner y los cristianos anónimos. Utiliza la categoría «existencial sobrenatural»: todo ser humano está unido ontológica y sobrenaturalmente a Dios. Dice que hay que tomarse en serio que Dios quiere que todos se salven, y que la gracia de Dios es eficaz, que Dios la ofrece universalmente incluso a los que no tienen posibilidad de recibir el Evangelio. Se le puede criticar que todo hombre por ser hombre ya es cristiano de alguna manera, todo mundo es cristiano anónimo, de modo que no habría diferencia entre un bautizado y un pagano, y la única diferencia ser consciente o no de ser cristiano.
Hans Küng llevará al extremo esto, y dirá que el camino ordinario de salvación son las religiones, y el extraordinario sería el cristianismo (pues son pocos los cristianos que el resto de los creyentes en el mundo). Jacques Dupuis siguiendo este tipo de propuestas llegará a decir que ya no son necesarias las misiones.
Küng critica de poco respetuosa la teoría de Rahner, porque es decirle a un judío o a un budista que es cristiano aunque no quiera serlo. Lo mismo que si los budista dijeran que los cristianos somo budista anónimos, nos sentiríamos ofendidos.

Pluralismo

John Hick (datos biográficos) propone un teocentrismo. Dice que el común denominador de todas las religiones es el deseo de salvación (plano categorial), pero luego tiene diferentes manifestaciones (las diversas religiones) (plano fenoménico).
Entonces pluralismo se identifica con uniformismo. Pero las diferentes tradiciones religiosas son diferentes. No es el mero deseo de salvación, sino que la propuesta soteriológica depende de los contenidos objetivos de cada religión. Este pluralismo vacía de contenido las religiones.
Gavin D’Costa, La unidad cristiana reconsiderada. El mito de una teología de las religiones pluralista ([1]). Es un católico de origen indio, que critica el pluralismo.

Tema 4. Diálogo religioso y misión

Las otras religiones no están al mismo nivel del Cristianismo, ni por su contenido ni por sus alcances intelectuales. (Ver José Morales, El valor distinto de las religiones, Rialp 2003).




[1] Reseña de este libro, publicada por propia editorial: "Esta obra es un acto de tradición viva en respuesta al reto radical que supone el aprecio contemporáneo por la riqueza de otras tradiciones religiosas. Gavin D’Costa ha reunido de modo magistral las aportaciones de catorce destacados estudiosos que ponen en tela de juicio la idea, algunas veces superficial, de que todas las tradiciones religiosas sin excepción pueden considerarse como iguales. Para fomentar el debate que rodea lo que constituye una teología cristiana de las religiones viable, los autores se oponen a la asunción pluralista de una esencia religiosa común. “Un pluralismo vago”, según muestra este libro, no favorece el avance de nuestra comprensión de la pluralidad religiosa. Es más útil, además de más fiel al corazón de la tradición cristiana y a los datos aportados por estudios históricos imparciales, afirmar una unicidad radical en el corazón y la estructura de los orígenes cristianos, en su significado y papel en el mundo, y apreciar el valor único de otras tradiciones. Esta obra supone un desafío al principio pluralista del diálogo interreligioso, aceptando las demandas de una teología cristiana de las religiones apropiada. Con ella la comprensión de la clave cristiana para acercarse a otras tradiciones religiosas da un gran paso adelante"; publicada en: http://www.agapea.com/La-unidad-cristiana-reconsiderada-el-mito-de-una-teologia-de-las-religiones-pluralistas-n199728i.htm

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